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lunes, 30 de enero de 2012

Castigarán publicidad encubierta en Twitter






El truco es viejo, dice El País de España, "recurrir al tirón de un famoso para elevar el caché de un producto. Claro que si intentas hacerlo pasar por un consejo gratuito, se convierte en una antigua argucia: publicidad encubierta. Lo nuevo es el medio, Twitter, y su creciente popularidad".

Dice ese diario español que "en Reino Unido y Estados Unidos se ha puesto de moda que las celebrities cedan los mensajes de sus cuentas de Twitter a la promoción de una marca a cambio de una suma de dinero. El último número de la revista The New York Magazine publica incluso el caché que cobran algunas caras conocidas por tuit. La actriz Kim Kardashian se embolsa 10.000 dólares (unos 7.600 euros) por cada minimensaje en el que recomienda un producto, y al rapero Snoop Dogg pueden pagarle 8.000 (alrededor de 6.100 euros) por un anuncio que no lo parezca. Según la revista, marcas como Toyota o American Airlines han comenzado a utilizar esta técnica, que la semana pasada desencadenó su primera polémica a este lado del atlántico, en Reino Unido".

Así que "el regulador de la publicidad británico comenzó a sospechar hace un mes de la repentina devoción colectiva de los famosos por la barrita de chocolate Snickers. En poco tiempo, muchas caras conocidas en la isla, como el boxeador Amir Khan, la cantante de Factor X Cher Lloyd, o el comentador de cricket Ian Botham colgaron en sus Twitter fotos mordiendo uno de estos dulces y otras más descaradas, sosteniendo el chocolate con una mano y apuntando la marca con la otra.

Tanto las marcas como los famosos "podrían ser perseguidos por la ley si se demuestra que están orquestando un anuncio en la red sin avisar a la audiencia. Aunque sin duda es una batalla legal que les merece la pena luchar. La popularidad de los famosos y su enorme poder de convocatoria en las redes sociales puede llegarse a convertir en una gallina de los huevos de oro para publicistas de todo el mundo. El caso de Snickers es muy evidente si se compara el número de seguidores de la marca con el de los famosos que, presuntamente, han reclutado para su campaña. Katy Price tiene 1,5 millones de seguidores en Twitter. Rio Ferdinand, aún más: 1,9 millones, mientras que Snickers solo podría llegar a una audiencia 825 personas si se limitara a publicitar su chocolate en su propio perfil".

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