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miércoles, 25 de abril de 2012

Agenda Legislativa para el Cambio Verdadero




Lic. Nelly del Carmen  Vargas Pèrez,

Integrante de la Comisiòn Operativa Nacional y

Candidata a Diputada Federal por la Tercera Circunscripción


La profunda crisis de seguridad, crisis económica, social, alimentaria, y de ingobernabilidad que agobia a la Nación, demanda hoy más que nunca nuestro compromiso y amor por México.

Resulta inadmisible, que desde hace décadas la economía no crezca lo suficiente para generar el millón de empleos nuevos que se necesitan cada año; en lugar de crecer por lo menos el 4 por ciento anual que nuestro índice demográfico exige, el PIB ha crecido menos de 2 por ciento real en los últimos 10 años. Tenemos ya, además de los 12 millones de compatriotas que han tenido que dejarlo todo para buscar oportunidades en Estados Unidos, miles y miles de desempleados y 13 millones en la economía informal.

En paralelo, la condición de pobreza afecta a más de la mitad de la población, cuando menos el 11 por ciento vive en pobreza extrema, y cada año engrosamos las filas de los denominados ninis –que ni estudian ni trabajan– que se presume suman más de 7.5 millones de jóvenes.Desempleo, falta de oportunidades y pobreza son catalizadores de la evidente descomposición de nuestro tejido social, que sumado a las más de 50 mil víctimas de la “Guerra sin sentido de Calderón”, en lugar de resolver el problema de seguridad la ha profundizado.

En un escenario donde la principal política pública del gobierno de Felipe Calderón ha conducido al país a una profunda crisis en materia de seguridad pública y sus saldos de ingobernabilidad en varias regiones del país, es ineludible desarrollar una estrategia integral que se oriente tanto a la recomposición del tejido social, así como a la reactivación de la actividad económica.

Los graves problemas del país, han dejado de ser meramente coyunturales, para convertirse en asuntos que requieren profundas ”Reformas Estructurales con visión y participación activa del Estado y de la sociedad en su conjunto”, para dar inicio a su solución.
En ese contexto, reviste la mayor importancia la propuestaque nuestro Candidato a la Presidencia de la República Andrés Manuel López Obrador, ha cristalizado en lo que conocemos “Un Nuevo Proyecto de Nación”que sin lugar a dudas da respuesta de manera firme y fehaciente a lo que las mexicanas y mexicanos más anhelamos resolver.

Las propuestas de reformas para un Cambio Verdaderoen materia de seguridad y justicia; una verdadera reforma fiscal redistributiva; la aplicación de un modelo económico distinto que sustituya al actual, debido a la inoperancia de éste; el diseño de mecanismos para alcanzar una verdadera cultura de transparencia y rendición de cuentas; la inversión en educación, ciencia y tecnología; en el sector salud; el rescate del campo para alcanzar la soberanía alimentaria; el rescate de Pemex, CFE para lograr que el sector energético se convierta en verdadera palanca del desarrollo nacional, el cuidado integral del medio ambiente, la igualdad entre mujeres y hombres, entre otras propuestas, deben formar parte de la Agenda Legislativa de las y los legisladores progresistas, que posibilite revertir la crisis a la que hemos hecho referencia.

La oportunidad que representa el trabajar desde un órgano como el Congreso de la Unión, constituye una excelente oportunidad para demostrar a la opinión pública el hecho de que existe una congruencia entre los planteamientos programáticos y la actividad legislativa a desarrollar.La agenda legislativa no puede ser otra que las demandas de los propios ciudadanos.

La gravedad de la crisis exige desterrar cualquier ejercicio de autocomplacencia y articular una serie de propuestas que se transformen en políticas públicas que beneficien a la mayoría de la población, además de sentar las bases de un verdadero desarrollo en todos los órdenes.

La complicidad entre el PRI y el PAN, que se ha traducido en la aprobación de un paquete de medidas atentatorias contra el bienestar de los mexicanos, requiere una respuesta inteligente que supere las respuestas momentáneas, y se inserte en una estrategia amplia que cumpla con dos objetivos fundamentales: denunciar los efectos negativos de esa alianza y proponer las medidas que superen sus efectos.

La persistencia de fenómenos como la pobreza y la afectación a un mayor número de mexicanos, la falta de inversión en temas fundamentales como la educación, la salud y la generación de empleos, requieren asumir compromisos que se mantengan más allá de procesos electorales.

Su atención y enfoques distintos a los que se les ha otorgado hasta ahora, es un reclamo que debe atenderse puntualmente sin ninguna condicionante.

Los déficits que presenta la democracia en México han generado un profundo desencanto y hartazgo entre la ciudadanía. Por ello, se requiere actuar con una profunda vocación demócrata y de frente a la sociedad. En este marco no caben ni las experimentaciones ni la posibilidad del fracaso.

Se requiere transformar al Congreso de la Unión en una entidad que abrigue la profunda capacidad transformadora de la realidad que representa “La Política” en su sentido más amplio.

Debemos superar también la estridencia y los enfrentamientos estériles, con la consigna de alcanzar, mediante las medidas propuestas, el inicio de una verdadera transformación del país donde queden rebasadas las propuestas conservadoras, dinamizando la vida social mediante reformas que se erijan como los planteamientos más viables y acordes a nuestra realidad.

Sin duda alguna, la empresa no es fácil, pues además de superar una contienda electoral profundamente marcada por la inequidad, se requiere de una plena convicción para superar diversos obstáculos que representa la alianza de los poderes fácticos y los intereses de siempre.

No obstante, las fuerzas progresistas asumimos el reto con una gran decisión, valentía y compromiso con la nación, respaldada por la confianza que otorga el actuar de frente a la nación y entregando cuentas de cada una de las acciones adoptadas.

Debemos elevar la calidad de la vida parlamentaria y generar un clima donde se debatan en el más alto nivel las distintas visiones y propuestas de gobierno.

Confiamos en que la congruencia y el acierto en las acciones emprendidas generarán los mejores dividendos, pues la razón es la fuerza que nos anima y contamos con un amplio margen de maniobra, debido a que nuestro compromiso es con los mexicanos que esperan encontrar soluciones a los problemas que la ineptitud de los gobiernos “neoliberales” han convertido en aparentemente temas insalvables.

Por su importancia, es ineludible rediseñar la estrategia a seguir en materia de preservación de nuestros recursos naturales, finalizando, de una vez por todas, con los intentos privatizadores que han respondido a los apetitos de las grandes corporaciones multinacionales.

Se requiere también recuperar la tradición de lo mejor de nuestra política exterior, dejando atrás los desafortunados episodios “injerencistas” en que han incurrido las dos recientes administraciones, mismas que han generado un profundo recelo en diversas zonas del planeta y, muy particularmente, en América Latina.

En suma, las reflexiones aquí planteadas son de carácter enunciativo y no pretenden agotar los diversos temas que forman parte de la agenda nacional, pues sabemos que pueden ser enriquecidas.

El tiempo se agota, los ciudadanos esperan impacientes respuestas. Debemos contar con un Poder Legislativo comprometido con la representación de los intereses de la sociedad y con el desarrollo de marcos legales orientados a impulsar el desarrollo del país.

Nuestro compromiso es con México, con el Proyecto Alternativo de Nación y por un cambio verdadero al que nos ha convocado Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de enfrentar una contienda electoral absolutamente inequitativa, ganará la Presidencia de la República este próximo 1º. de julio.

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