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jueves, 28 de febrero de 2013

Con renuncia del Papa Benedicto XVI termina modelo monárquico de la iglesia católica: Solalinde





Con Benedicto XVI termina una estructura de poder y dinero, monárquica, que jamás debió haber existido, afirmó el sacerdote católico Alejandro Solalinde, durante la conferencia magistral que impartió en el Paraninfo Enrique Díaz de León, después de haber recibido la presea Corazón de León por parte de la Federación de Estudiantes Universitarios.

“El papa que venga tendrá que pedir perdón a las mujeres porque durante siglos se les ha ignorado. Tendrá que abrirles las puertas porque ya no habrá pretextos, bajo argumentos bíblicos y teológicos, para hacer de ellas una excepción”, dijo el sacerdote.

“Nunca más debe haber un ‘papocentrismo’. La Iglesia tiene que recomenzar desde Jesucristo, quien ofrece una propuesta; el reino de Dios. Ese otro mundo que es posible, igualitario, fraterno, colegiado y compartido, donde ya no sea posible que unos cuantos acaparen las riquezas del mundo. La Iglesia tiene que meter orden, ser servidora y no servida, y renunciar a sus súbditos y lacayos para tener hermanos y hermanas, ser incluyente y no excluyente de las mujeres, además de valiente para hacer los cambios necesarios de adaptación al mundo de hoy”, agregó.

El papa ya no puede ser cautivo del Vaticano y ser parte del mobiliario. Debe salir, ir a la gente, tener subsedes, ser un jefe de misión.

La incapacidad de adaptación al mundo moderno es uno de tantos factores que ha tenido consecuencias. “En menos de una década, la Iglesia católica ha perdido 96 millones de feligreses, y los que faltan. No se sabe quién se va a quedar para cerrar la puerta. Tal pérdida la tiene muy preocupada. En total hay mil 200 millones de católicos”.

Marco Antonio Núñez Becerra, presidente de la FEU fue el encargado de entregar la presea Corazón de León al sacerdote Alejandro Solalinde. Núñez se refirió al homenajeado como un ser humano excepcional, dueño de un espíritu y fuerza inmensa.

Alejandro Solalinde fundó hace cinco años el albergue Hermanos en el Camino. “Para él nada es más importante que el amor al prójimo. Es capaz de cederlo todo para compartir todo lo que recibió”.

“Solalinde lo ha dado todo y ¿qué ha recibido? Vivir amenazado de muerte por los Zetas, por los Maras, custodiado y marginalmente”, dijo el dirigente estudiantil.

Por su parte el secretario general de la Universidad de Guadalajara, Alfredo Peña Ramos, calificó a Solalinde como un personaje excepcional de México. “Con sus acciones nos demuestra que a pesar del oscuro panorama de violencia y corrupción que atraviesa la sociedad, aún existen hombres y mujeres dispuestos a tender la mano a los más desprotegidos sin importar nacionalidad, sexo, edad o condición social, aun cuando eso signifique arriesgar la vida”.

medios.udg.mx

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