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miércoles, 16 de abril de 2014

Cambio climático y derechos humanos en América Latina: una crisis humana



Inundaciones en Colombia. Foto: Banco Mundial

La amenaza del cambio climático crece en América Latina. Los científicos prevén una dramática reducción de la cantidad de agua dulce debido a que los glaciares se están derritiendo de forma muy acelerada, los ecosistemas que capturan agua están disminuyendo y los patrones climáticos se vuelven más erráticos.

Tormentas e inundaciones están destrozando hogares y cultivos. La elevación del mar destruirá ecosistemas y asentamientos costeros, y causará la muerte de poblaciones de peces que alimentan a miles de comunidades. Las sequías e incendios se intensificarán haciendo que el acceso a la comida y a un hogar sea más difícil y aumentando las temperaturas, lo que contribuye a la aparición de enfermedades transmitidas por vectores.

Combinados, estos impactos tendrán un profundo efecto en derechos humanos fundamentales como el derecho a un ambiente sano, a comida, al agua, a un hogar y a una vida digna.

El informe de AIDA Cambio climático y derechos humanos en América Latina: Una crisis humana describe estos efectos y explica cómo dañarán a los derechos humanos de la región. Tiene como objetivo ayudar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la investigación del vínculo entre derechos humanos y cambio climático global.

Este documento se entiende además como una llamada de atención a los gobiernos para que cumplan las obligaciones internacionales relacionadas con derechos humanos y como una recomendación a todos los actores regionales para que incorporen asuntos de energía en derechos humanos y políticas sobre cambio climático.

El informe muestra el impacto que sufrirá la población de países en vías de desarrollo a pesar de ser los que menos han contribuido al cambio climático. Comunidades vulnerables que incluyen a pobres, mujeres, niños, grupos étnicos marginados y ancianos, son a menudo afectadas de forma desproporcional cuando ocurren desastres naturales y aquellos provocados por el cambio climático. Personas con una cultura tradicional, indígenas y granjeros rurales son especialmente vulnerables porque basan su subsistencia, su vida y su cultura —de forma más dependiente— en sistemas naturales.

En marzo de 2011, AIDA presentó este informe de principales impactos a la CIDH. Pensamos en usarlo para fomentar el debate en la región. En diciembre de ese año, AIDA presentó un informe a delegados de varios países en la Conferencia sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas en Durban, Sudáfrica.

Respetando el derecho internacional, los gobiernos tienen la obligación de proteger los derechos humanos de todos aquellos que estén bajo su jurisdicción y de evitar actividades que perjudiquen a otros países. Por esta razón, todos los gobiernos deben combatir los impactos del cambio climático en los derechos humanos.

Por otra parte, los países desarrollados que han contribuido en mayor medida al cambio climático deberían asumir una mayor responsabilidad y ayudar a los países en vías de desarrollo a adoptar medidas contra el cambio climático.

Fuente: www.aida-americas.org.
@aidaespanol

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