Cada edición de la Feria del libro Guadalajara es una oportunidad para atestiguar la ineludible necesidad y la total conveniencia del diálogo intercontinental entre las letras, entre las ideas y entre todas las culturas.
En los ingresos de la Expo se colocaron detectores de metales y la explanada fue cercada con vallas.
Los hoteles aledaños son vigilados por patrullas militares.
Cabe recordar que el acceso al acto inaugural de mañana será sólo con invitación y en estos momentos todavía se instala el Pabellón de Israel, al parecer uno de los más grandes que ha traído un país invitado.
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