López Obrador desde Ozumba, municipio del Estado de México |
Desde Juchitepec de Mariano Riva Palacio, municipio del Estado de México, el presidente del Consejo Nacional del partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Andrés Manuel López Obrador convocó que se serenen los ánimos en torno a la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo-Metro del Distrito Federal, porque los corruptos del gobierno de Enrique Peña Nieto son quienes están cucando, amarrando navajas, es decir, desean un enfrentamiento entre el actual jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera y el ex mandatario Marcelo Ebrard.
López Obrador, fiel a su estilo, aseguró que la administración priista quiere desprestigiar a la administración capitalina, para quedarse con la Ciudad de México, pero se va a quedar con las ganas, ya que si Mancera asume su responsabilidad como jefe de Gobierno tendría que decidir si otorga o no permisos para convertir las 800 hectáreas del actual Aeropuerto Internacional del DF en un plan inmobiliario como pretende el priista Peña Nieto.
El político tabasqueño dijo anhelar que pronto se resuelva técnicamente lo relacionado con la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo-Metro de la Ciudad de México y se aplique la ley, se lleguen a las últimas consecuencias, “que haya justicia, no venganza, además que no se utilice con propósitos políticos ningún asunto”.
Mientras que en entrevista en Juchitepec, Estado de México, López Obrador señaló que estima y respeta tanto al actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, como al ex mandatario capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón.
En otro tema, López Obrador planteó que tanto las autoridades del Distrito Federal como del Estado de México tienen que analizar muy bien si conveniente o no el que se construya el nuevo aeropuerto en el municipio de Texcoco, porque es inviable en áreas: técnica, ecológica, económica y social.
Propuso que la nueva zona aeroportuaria se podría edificar en Tizayuca y evitaría que se cierre las instalaciones, además el oriente de la capital está muy poblado, no hay agua, no hay servicios, sería apostar al gigantismo urbano, a más desequilibrios ecológicos, “entonces yo no creo que convenga hacer el aeropuerto en Texcoco”, insistió.
Indicó que el proyecto del gobierno de Enrique Peña es un negocio de los constructores, como en su momento se informó en el mandato del ex presidente Vicente Fox, porque querían cerrar el aeropuerto para negociar las 800 hectáreas y ahí construir un plan inmobiliario, es decir, “un nuevo Santa Fe. Todo es negocio, codicia y corrupción”.
Al preguntar los reporteros si apoyará a la presidenta municipal de Texcoco, Delfina Gómez, quien se opone a la construcción del nuevo aeropuerto en ese lugar, López Obrador contestó que apoyará a la alcaldesa y que bien que esté pidiendo que se respete al municipio que es libre, se tiene que tomar en cuenta a la autoridad que es la que da los permisos para la construcción.
López Obrador señaló que aunque no le guste a sus adversarios, él siempre apoyará las causas justas, y que de necesitarse sí ayudaría a algún movimiento que esté en contra de la construcción de la nueva zona aeroportuaria.
López Obrador, fiel a su estilo, aseguró que la administración priista quiere desprestigiar a la administración capitalina, para quedarse con la Ciudad de México, pero se va a quedar con las ganas, ya que si Mancera asume su responsabilidad como jefe de Gobierno tendría que decidir si otorga o no permisos para convertir las 800 hectáreas del actual Aeropuerto Internacional del DF en un plan inmobiliario como pretende el priista Peña Nieto.
El político tabasqueño dijo anhelar que pronto se resuelva técnicamente lo relacionado con la Línea 12 del Sistema de Transporte Colectivo-Metro de la Ciudad de México y se aplique la ley, se lleguen a las últimas consecuencias, “que haya justicia, no venganza, además que no se utilice con propósitos políticos ningún asunto”.
Mientras que en entrevista en Juchitepec, Estado de México, López Obrador señaló que estima y respeta tanto al actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera Espinosa, como al ex mandatario capitalino, Marcelo Ebrard Casaubón.
Propuso que la nueva zona aeroportuaria se podría edificar en Tizayuca y evitaría que se cierre las instalaciones, además el oriente de la capital está muy poblado, no hay agua, no hay servicios, sería apostar al gigantismo urbano, a más desequilibrios ecológicos, “entonces yo no creo que convenga hacer el aeropuerto en Texcoco”, insistió.
Indicó que el proyecto del gobierno de Enrique Peña es un negocio de los constructores, como en su momento se informó en el mandato del ex presidente Vicente Fox, porque querían cerrar el aeropuerto para negociar las 800 hectáreas y ahí construir un plan inmobiliario, es decir, “un nuevo Santa Fe. Todo es negocio, codicia y corrupción”.
López Obrador señaló que aunque no le guste a sus adversarios, él siempre apoyará las causas justas, y que de necesitarse sí ayudaría a algún movimiento que esté en contra de la construcción de la nueva zona aeroportuaria.
Asímismo dijo estar a favor de que se aumente al salario mínimo y se haga justicia al pueblo trabajador, porque esto está contemplado en la Constitución.
Señaló que es impensable que se pretenda salir de la crisis en que se encuentra el país, mientras se tenga el mismo sistema político-económico caduco, hizo un llamado a los mexiquenses a no doblar las manos y a ser partícipes del cambio.
Dijo que está en MORENA porque desde ahí se persigue transformar al país para beneficio de todos y que si Dios y su salud lo permiten y la gente lo pide contenderá para las presidenciales del 2018, "la tercera es la vencida", señaló.
López Obrador estará mañana en Otzolotepec, municipio Villa de Cuauhtémoc, Temoaya, Jiquipilco y Ixtlahuaca de Rayón, municipios del Estado de México.
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