Prácticamente, todos
sabíamos que este año electoral sería el regreso de las guerras sucias. Lo que
no sospechamos es que estás estrategias negativas las protagonizarían los
propios candidatos. Ejemplo: primero EPN evidenció su ignorancia literaria en
la feria internacional del libro de Guadalajara, siguió con aquello de no soy
la señora de la casa y recientemente culminó con su inseparable “teleprompter”
para decir: “sí protesto”. Al momento nadie mejor que él para tirarse mierda a
sí mismo.
Y el PAN no se quedó
atrás, no sólo quiere ser igual o peor que el PRI de corrupto y autoritario,
sino también igual de torpes. Resulta que la señora Vázquez Mota ha tenido
desatinos que ni su Antonio Sola ha podido resolver, la estrategia de ser mujer
no ha funcionado, muchas mujeres tienen claro que ese argumento es al final del
día una forma de discriminación; blanquearse la cara y sonreír todo el tiempo
ha dejado ver que no hay propuesta ni sustancia, y lo peor del caso, fue
abandonada por sus “correligionarios” en su toma de protesta. Y para rematar,
dijo no ser perfecta y denigró su alma mater.
Diría la sabiduría mexicana: “con esos amigos, para qué quiere uno enemigos”. Pero no todo termina con ellos, estos días he escuchado a los comentaristas de radio y televisión que hacen todo lo posible por encontrarle defectos a los actos de toma de protesta de López Obrador y sólo veo como pierden su tiempo.
Diría la sabiduría mexicana: “con esos amigos, para qué quiere uno enemigos”. Pero no todo termina con ellos, estos días he escuchado a los comentaristas de radio y televisión que hacen todo lo posible por encontrarle defectos a los actos de toma de protesta de López Obrador y sólo veo como pierden su tiempo.
Si algo tiene AMLO, es
experiencia, no es un hombre perfecto, nadie lo es. Pero por lo menos es un
político experimentado que conoce de tiempos. Eso desde luego lo pone por
encima de sus adversarios que han demostrado falta de oficio y pericia. Sin
embargo, los verdaderos dueños del poder, o sea las televisoras, insisten en
dar a conocer resultados de encuestas hechas a modo –aunque les duela
escucharlo y aceptarlo– que ponen a EPN y a JVM en primero y segundo lugar
respectivamente, para distraer la atención y posicionar en la opinión pública
la idea de que AMLO está al margen en un lejano tercer lugar.
En ese sentido desestiman
e ignorar el trabajo que durante los últimos años llevó a cabo AMLO
construyendo el MORENA y una red bien organizada a lo largo y ancho del país.
Sólo es cosa de esperar el momento para que comiencen formalmente las campañas
y el PRI y PAN conocerán la verdadera fuerza de AMLO.
La mejor estrategia de
AMLO, es que ha presentado a quienes lo acompañarán en el ejercicio de
gobierno. Juan Ramón de la Fuente y René Drucker son dos científicos de enorme
solvencia moral entre los mexicanos. Si han aceptado la invitación de AMLO es
porque ven en su proyecto de Nación lo que ni PRI ni PAN en manos de EPN y JVM
podrán realizar.
¿Quién conformará el
gabinete de EPN o de JVM? ¿Moreira, Montiel, Marín, Ulises Ruiz? ¿García Luna,
Gil Zuarth, Nava, Wallace?
¿Quién podrá llegar a
tener un gabinete con gente honesta y de enorme prestigio? La respuesta es
sencilla, sólo AMLO, los demás ni siquiera se atreven a mencionar nombres
porque saben que estarían cavando sus propias tumbas.
Definitivamente, si
los mexicanos queremos salir de este letargo democrático, es necesario poner
atención al proyecto de López Obrador. No nos hagamos, AMLO está muy por encima
de sus dos pequeños adversarios.
Por Juan José Solís
Delgado - Opinión EMET
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