Añadió también que Jalisco también ha buscado trasladar los restos de su padre, que por ahora se encuentran en el Panteón Español, a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, “pero no se ha concretado”, aseguró.
A pesar de haber realizado su vida en la Ciudad de México, no deja de ser jalisciense, consideró, “pero si preferiríamos que se quedara aquí, pues vivimos en esta ciudad y además, lo tendríamos más cerca”.
En el Panteón Español, dijo, no existe una lápida en la sepultura de su padre; “es una tumba sencilla porque precisamente hubo alguien que le decía a mi madre que no lo hiciera porque ya vamos a llevar los restos a Guadalajara. Eso le decían siempre, y así fueron pasando los años hasta que ahora, gracias a Consuelo Sáizar se verá este sueño hecho realidad”.
El Congreso del Estado de Jalisco aprobó en mayo pasado una iniciativa para declararlo como Benemérito en Grado Ilustre, distinción que le aseguraría un sitio en el monumento, pero hasta la fecha no se ha concretado, señaló Alejandro Cravioto, secretario de Cultura de la entidad.
“En caso de que los restos de mi padre se queden en la Rotonda del Panteón de Dolores, comentó Claudia Moncayo, “en Guadalajara se colocará un monumento en su representación”.
De concretarse la propuesta, el nombre de Moncayo se sumaría al de otros compositores, cuyos restos descansan en la Rotonda del Panteón Civil de Dolores, como Carlos Chávez, Julián Carrillo, Felipe Villanueva, Juventino Rosas, Silvestre Revueltas, Manuel M. Ponce y Jaime Nunó -español-, este último autor de la música del Himno Nacional.
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