La empresa de servicios “Maridos de alquiler” que realiza más de 200 tareas, incluyendo carpintería, plomería, albañilería, hojalatería, electricidad, y un enorme etcétera, que incluye ahuyentar una araña, se ha convertido en sensación en Centroamérica y México.
El concepto se adapta a la vida agitada del siglo XXI en la que escasean los maridos multiuso, que además pasan la mayor parte del día lejos de su casa.
La empresa nació en Costa Rica en el año 2000 después de que Aparicio Cordero se quedó sin trabajo. Con casi 40, pocas oportunidades y una familia que alimentar, “Dios me la mandó”, dice, ya que escuchó que una vecina precisaba que le pintaran una pared de su casa, se ofreció y eso le dio la idea. Se dedicó a lo que en Uruguay se llama “hacer changas”.
Poco a poco fue creciendo hasta instalarse en Panamá, Guatemala y México. Hoy es un negocio millonario.
El nombre vino después, según cuenta Cordero, estaba haciendo unos trabajos y escuchaba a una señora hablando por teléfono diciendo: “Vieras qué distinto con estos señores que conseguí y te los recomiendo, son puntualísimos, todo lo hacen bien, son ordenados; no como ese vagabundo de mi marido que nunca hace nada y que cuando lo hace todo lo deja desordenado y al final no termina de reparar nada.
“Mira, con ellos es como haber contratado un marido, un esposo que de verdad haga las cosas que uno le pide”. Así nació el nombre Maridos de alquiler, “un concepto, un sistema, un nombre y una marca que define muy bien lo que somos y lo que hacemos”.
Una vez implementada la marca y la imagen, los “Maridos de alquiler” comenzaron a usar un uniforme amarillo con un cartel en el pecho que dictaba “Yo sí lo sé hacer. Maridos de Alquiler”
Camino a convertirse en la multinacional que es hoy en día, la empresa fue protagonista de algunas confusiones con señoras y señores que llamaban pidiendo servicios sexuales que la empresa no da.
Después de ocho años de pleno crecimiento, se anunció la creación de “Esposas de alquiler”, que brinda servicios de limpieza, guardería, belleza, clases de manejo y educación particular para los niños.
El servicio se brinda las 24 horas del día y con excepción de inmoralidades, se puede llamar para pedir todo lo que una esposa o esposo podría hacer, pero a cambio de dinero.
Hace unos cinco años un negocio con el mismo nombre intentó establecerse en Nicaragua, sin embargo fue víctima de un enorme rechazo de parte de los “machos” que creyeron se trataba de prostitución masculina disfrazada para corromper a sus mujeres.
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