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jueves, 10 de octubre de 2013

No es Osorio ni Murillo, es el "TRI" el responsable del fracaso de MORENA en Hidalgo






Por solicitud de replica de Alejandro Nochebuena, publicamos el siguiente texto:

2 de octubre del 2013

Por Alejandro Nochebuena Miranda

Para Erika




“…de acuerdo a lo que me está informando Martí Batres, todavía hace falta, no se puede cumplir con el requisito de ser 3 mil militantes, todo esto, por las dificultades que atravesamos, no es fácil, porque no hay información, padecemos de un gran bloqueo informativo, por estos corruptos como Murillo Karam, como Chong, que tanto daño le hicieron a Hidalgo y ahora le están haciendo al país…”

Fragmento del discurso de AMLO en Plaza Juárez, Pachuca Hidalgo, domingo 29 de septiembre.



a) Un Domingo negro para MORENA
Fue crudo y doloroso el reconocimiento público de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), del pasado Domingo 29 de Septiembre del año en curso, al enterarse de que no se cumplió el quórum de 3 mil asistentes con credencial de elector vigente para celebrar la asamblea constitutiva del Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) como partido político en el Estado de Hidalgo, localidad donde AMLO obtuvo más de 400 mil votos en la elección del año pasado. En tiempo real se daba a conocer la noticia en todo el país, convirtiéndose esta asamblea en vergüenza nacional del movimiento.



- Obrador y la “mentira piadosa” de Plaza Juárez

Ante los medios nacionales y miles de simpatizantes AMLO atribuyó la culpa de dicho fracaso a Osorio Chong y a Murillo Karam, recurriendo a la salida fácil, la puerta que en política siempre está abierta para salir, en lo inmediato, de los problemas: La mentira.

A pesar de que en dicho discurso aseguro “…yo no digo mentiras porque aquí en esta asamblea andan lo informantes de Chong que les llevan toda la información de lo que diga… Porque nosotros no decimos mentiras…” lamentablemente esto sí ocurrió. No es Osorio Chong, ni Murillo Karam responsables del fracaso de la asamblea y AMLO lo sabe, ¿porque mentir?

La mentira es una declaración falsa en todo o en parte, es una distorsión de la realidad dirigida hacia el oyente, con la esperanza de que la crea. En política es un recurso muy utilizado por gobiernos, autoridades, dirigentes, etcétera, siempre con fines propagandísticos o de manipulación.

Pero para los movimientos sociales que buscan cambiar el status quo, la mentira debe de ser repudiada (más que por razones morales) por fines prácticos, ya que tiene el efecto dañino y toxico de impedir a los militantes ver la realidad con claridad, atisbar los problemas centrales de un fenómeno social o natural. La mentira es el equivalente fisiológico de padecer cataratas en los ojos y, por lo tanto, de errar en el camino o no ver la proximidad de un peligro; el uso de la mentira en política es entendible pero jamás justificable, ni para un niño ni para el más grande dirigente de un país.



b) El “TRI” responsable del fracaso (AMLO-MARTÍ BATRES-NOMENCLATURA)

AMLO mintió para proteger a los verdaderos responsables de este fracaso, que como en toda organización jerárquica, va de arriba para abajo y tiene tres niveles de responsabilidad.
1. Primer nivel. AMLO

Este fracaso comenzó hace un año cuando AMLO designo a Francisco Garduño Yáñez como coordinador para organizar las elecciones que permitieran a las bases de MORENA designar a los mejores hombres y mujeres como sus dirigentes. Garduño desvirtuó el proceso y ahogó la posibilidad de que las bases de MORENA participaran democráticamente en la designación de los dirigentes y mandos medios para poder sacar adelante al movimiento en condiciones de adversidad. Por si fuera poco, la estructura organizativa de MORENA estuvo conformada por la plana de aduladores de Garduño (en el mejor de los casos, porque en el peor se le dio entrada a “chavitos” sin experiencia, charlatanes de la política, sectarios como los integrantes del Colectivo de Izquierda Hidalguense y demás fauna que asfixia a la oposición en Hidalgo). En suma, el nombramiento de Garduño fue el equivalente a designar a Laura Bozzo como jefe de rescatistas en Acapulco.

A pesar de los antecedentes con los que contaba AMLO acerca de Garduño, le entregó un cheque en blanco y este a su vez les entregó esa misma prebenda a Andrés Caballero y a Héctor Legorreta (“dirigentes” de MORENA Hidalgo en la actualidad). Tan pronto Garduño cruzaba la caseta de cobro para entrar al DF, Caballero y Legorreta ya estaban en los brazos de Tonatihú Herrera.

En pocos meses resultaron evidentes sus intenciones, expresadas con la expulsión de la Secretaria de Derechos Humanos, Sarahi León, la conformación fraudulenta de sus “comités municipales”, sus “cursos” que, más exactamente, eran reuniones de calumnia y adoctrinamiento, entre otras linduras. Todo, en el patio trasero de Angélica Arrieta donde, entre ciclo y ciclo de lavado, le iban dando forma a ese grotesco adefesio llamado MORENA Hidalgo.
2. Segundo Nivel. Martí Batres.

El segundo en responsabilidad es, por supuesto, Martí Batres quien cumplió la penosa tarea de ahogar la valiente y persistente denuncia de los problemas anteriormente señalados, emprendida por el compañero Oscar Quintana Lozano (en ese entonces Secretario General de MORENA). La última agresión verbal de M. Batres al compañero Oscar fue en mayo del 2013 donde lo acusó públicamente de obstaculizar los trabajos del movimiento, de alentar el “divisionismo” y de ser un “vil oportunista” que sólo luchaba por candidaturas. Frente a ello, una semana después, el compañero Oscar Quintana renunció a su encargo de Secretario General, como muestra de honor y dignidad.
3. Tercer Nivel. La nomenclatura de MORENA Hidalgo.

Finalmente, tenemos la última (pero no por ello menos importante) raíz del fracaso: la dirigencia estatal, conformada por los integrantes del COMITÉ EJECUTIVO ESTATAL, la patética COMISION DE HONESTIDAD Y JUSTICIA, y los miembros del CONSEJO ESTATAL Y NACIONAL de MORENA Hidalgo. Más aún, son los responsables directos (con nombre y apellido), mismos que en los hechos no llegan ni a 30 personas. Ellos concentran la responsabilidad de esta vergonzosa derrota.

Muestra de la honestidad y valor de esta dirigencia es que, después del daño irreparable que le hicieron al movimiento a nivel nacional, ningún integrante renunciará a su cargo. Ninguno formulará una crítica pública seria, nadie va a practicar el harakiri político, como los antiguos samuráis japoneses que preferían el honor a la vergüenza. A unos meses de que se conforme MORENA como partido político reinará la máxima de Fidel Velázquez:“el que se mueva no sale en la foto”, con tal de no quedarse fuera del presupuesto y del poder que acarrea un partido político. Claro, ellos justificarán su permanencia con la demagogia, es decir, con repetir incesantemente que “continuaran en la lucha”, que “nunca se rendirán” y/o, peor aún, los más deshonestos integrantes de esta nomenclatura se atreverán a culpar de su fracaso al “pueblo dormido” que no acudió a su llamado.



- El plan de la nomenclatura y el plan de Garduño

Para librar esta crisis que los ha expuesto a nivel nacional, este grupo empieza su restructuración en lo oscurito y probablemente cedan “la cabeza” de Caballero después de la asamblea del 13 de octubre, pero el problema no es de un individuo, es de grupo. La cabeza de Caballero ante tal fracaso es “atole con el dedo” para la militancia.

Un escenario sumamente nocivo en este momento de crisis es el plan de Garduño de regresar ante el fracaso de los “hidalguenses que no saben organizarse”. Probablemente, aquí yace el sentido de la imposición de los más mediocres e ineficientes individuos para dirigir el movimiento en el proceso electoral del año pasado, pues era el boleto de ida y vuelta de Garduño, era la estrategia precisa para que regresara como redentor del movimiento en nuestra entidad.



c) El plan de la militancia: cambio de dirección técnica y jugadores
En la política como en el futbol, después de un gran fracaso, la dirección técnica y jugadores tienen que ser sustituidos.

Una selección de futbol se integra por los mejores en la cancha y en la banca, si no se cumple esto sólo existirá la certeza del fracaso.

La única solución autentica es la destitución de los integrantes de las cuatro ramificaciones de dirección de MORENA en Hidalgo, es decir, la destitución de los integrantes del COMITÉ EJECUTIVO ESTATAL, de la COMISION DE HONESTIDAD Y JUSTICIA y los CONSEJEROS ESTATALES Y CONSEJEROS NACIONALES que además no cuentan con la legitimidad de haber sido electos por las bases.

El derecho que les arrebato Francisco Garduño a los militantes de MORENA hace ya un año debe de ser restituido, ¡los militantes deben tener el derecho de elegir a sus dirigentes sin simulaciones!

Este momento de dolor y tragedia puede convertirse en una victoria de la militancia y la ventana de oportunidad que se abre es la asamblea convocada por AMLO este 13 de octubre. Es importante advertir que este cambio al interior de MORENA sólo se lograra con la presión de la militancia: la demanda publica en asamblea de la revocación del mandato. Del “TRI” poco se puede esperar: AMLO es muy terco para aceptar errores, Martí Batres esta castrado –políticamente- , perdió el valor, y la nomenclatura de MORENA en Hidalgo jamás presentará su renuncia como dirigentes, porque está de por medio su futuro político y económico, aunque dejen sin militantes al movimiento.

El único medio es el poder de la asamblea estatal como máximo órgano de decisión para revocar el mando de todos sus dirigentes estatales.



¡Aunque esto moleste al “TRI” es más importante que MORENA sea la esperanza de Hidalgo!


Tomado de radioamlo.org.mx

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