En el apartado “México con responsabilidad social” del Segundo Informe de Gobierno de EnriquePeña Nieto,aparece un párrafo (Pág. 496) que menciona que “México participó por segunda ocasión en el Mecanismo de Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), el 23 de octubre de 2013, momento en el cual 87 Estados realizaron intervenciones”. En el Informe se destaca que “las delegaciones de otros países felicitaron a México por los avances de derechos humanos”, y agrega que estas delegaciones “formularon 176 recomendaciones para alentar al país a continuar con los esfuerzos en la materia”. De esas recomendaciones, “el 20 de marzo de este año, ante el Plenario del Consejo de Derechos Humanos, México aceptó 166“.
El EPU consiste en una revisión de los registros de los derechos humanos de los 193 Estados miembros de la ONU y se realiza cada cuatro años. El EPU está diseñado para garantizar la igualdad de trato para cada país al evaluar la situación de los derechos humanos. Los Estados miembros examinan el estado de los derechos humanos en sus territorios y quienes evalúan avances o retrocesos son los estados mismos: una evaluación entre iguales.
La situación de los Derechos Humanos en México se ha evaluado en dos ocasiones. La primera en 2009 y la segunda en 2013, como lo menciona el informe. Sin embargo, lo que omitió Peña Nieto fue que, más allá de las “felicitaciones por los avances”, en 2013, México duplicó las recomendaciones hechas por la comunidad internacional, pasando de 91 en 2009 (donde aceptó 83), a 176 en 2013.
La mayoría de las recomendaciones en 2009, giraban en torno a temas como: impunidad en los feminicidios, en la desapariciones forzadas, en los crímenes contra informadores, en las ejecuciones extrajudiciales y en los abusos contra los migrantes. Cuatro años después, en 2013, México recibió más 176 recomendaciones.
A pesar de que la comunidad internacional expresó “mucha preocupación por el por el incremento en los casos de tortura, la presencia militar en las calles y la violencia contra las mujeres, y del desempeño de las fuerzas de seguridad en tareas de seguridad pública, el incremento en los casos de tortura, la presencia militar en las calles, la violencia contra las mujeres, la permanencia de la práctica del arraigo en el sistema de justicia y la persistencia de las ejecuciones extrajudiciales y las desapariciones forzadas” en el EPU de 2013, el Estado mexicano interpretó como “felicitación” aquellas palabras de la comunidad internacional.
Por Sergio Castro Bribiesca
@SergioBibriesca
revoluciontrespuntocero.com
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