Difícilmente será candidato a la jefatura de gobierno del Distrito Federal por el PRD, el PT y Movimiento Ciudadano.
Está en tercero o cuarto lugar en las encuestas, empatado con el senador Carlos Navarrete, pero lejos de los líderes Alejandra Barrales y Miguel Ángel Mancera.
Se ha peleado con Marcelo Ebrard Casaubón.
Por más que sus partidarios se ilusionen diciendo lo contrario, no es el favorito de Andrés Manuel López Obrador para ser candidato de la izquierda al GDF (lo es Mancera).
Por todo lo anterior, sus posibilidades son realmente pocas, por no decir que son nulas.
Lo sensato sería que no se inscribiera, pero difícilmente tomará esa decisión prudente para no traicionar a la gente que lo apoya.
¿Qué va a hacer cuando, como es lo más probable, no resulte candidato a la jefatura de gobierno?
No creo que se indiscipline ni siquiera si, como sería justo, no se le compensara con una candidatura a diputado o a senador.
Vienen momentos difíciles para él, seguramente. Eso significa que, para Batres, ha llegado la hora de probar su verdadero valor.
Si es un líder, un verdadero luchador social tendrá que empezar a demostrarlo lejos de las estructuras burocráticas que la izquierda ha construido en el Distrito Federal.
Si es, como dicen algunos de sus partidarios, el nuevo López Obrador, tendrá que recorrer, a partir de estas fechas, un largo camino lleno de obstáculos. Solo de él mismo, de su voluntad, de su coraje dependerá su futuro.
Creo que tiene madera de líder. Falta que se proponga serlo en el único terreno en el que florecen los grandes dirigentes: la adversidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario