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domingo, 11 de marzo de 2012

Discurso de AMLO en la toma de protesta como candidato a la Presidencia







El candidato de las izquierdas, Andrés Manuel López Obrador, en el acto en que rindió protesta como candidato a la Presidencia de la República por el Partido Movimiento Ciudadano, en el Teatro Metropolitan 

Ciudadano Presidente de Movimiento Ciudadano, Luis Walton. Militantes y dirigentes del Partido Movimiento Ciudadano. Amigas y amigos todos.
 

Como sabemos, el 1 de julio se decidirá el destino de la República, de la cosa pública.
 

Como pocas veces en nuestra historia, estas elecciones serán decisivas. Los mexicanos vamos a elegir entre cuatro candidatos a la Presidencia, pero en realidad, en esencia, habrá que definirse entre dos opciones, dos proyectos distintos y contrapuestos de nación.
 

Se tendrá que decidir si queremos más de lo mismo, lo que encarnan y representan los otros tres candidatos. Se tendrá que decidir si queremos más de lo mismo, lo que encarnan y representan los otros tres candidatos o si se toma el camino del cambio verdadero, que proponemos, como alternativa ante la terrible y dolorosa crisis de México.
 

No está de más subrayar que más de lo mismo es aceptar tácitamente que continúe la política económica que beneficia a un pequeño grupo, a costa de la inseguridad, la pobreza y el sufrimiento de la inmensa mayoría de los mexicanos.
 

Más de lo mismo es aceptar que continúe la violencia que se ha generado fundamentalmente por la falta de crecimiento económico, empleos y de oportunidades para los jóvenes.
 

Más de lo mismo es darle el visto bueno a la corrupción política que impera en nuestro país.
 

Más de lo mismo es terminar de condenar a nuestros hijos y nietos a un futuro miserable, de penurias y temores.
 

Por eso, amigas y amigos del Movimiento Ciudadano, en estos tiempos difíciles, aciagos y al mismo tiempo de definiciones, quienes participamos en las filas de las fuerzas progresistas de nuestro país, estamos obligados a emplearnos a fondo, a dedicarnos en cuerpo y alma a convencer a todas y a todos de que solo con un cambio verdadero podremos lograr el renacimiento de México.
 

Tenemos que hacer ver, y esta es nuestra tarea y labor en estos tres meses y días, hacer ver a todas y a todos los ciudadanos de todas las clases sociales y corrientes de pensamiento que si no cambiamos entre todos, desde abajo, de manera pacífica, el régimen caduco que tenemos, no encontraremos la salida ni como pueblo ni como nación.
 

Por eso tenemos que convencer y persuadir de que el cambio verdadero significa honestidad; garantizar a todos los mexicanos que habrá honestidad, que vamos a desterrar la corrupción, que vamos a limpiar de corrupción al gobierno, de arriba hacia abajo, como se limpian las escaleras, porque nada ha dañado más a nuestro país que la deshonestidad de los gobernantes. Esto es lo que ha dado al traste con todo, esa es la causa de la desigualdad económica y social que se padece y esto también ha dado origen a esta grave crisis de inseguridad y de violencia.
 

Por eso se debe de insistir mucho para convencer de que ofrecemos un gobierno honesto. Que se impulsará el crecimiento económico, que sacaremos a México del estancamiento económico en que se encuentra. Que de esta manera se generarán empleos. Que se atenderá a los jóvenes, que nunca más se les cerrarán las puertas, que tendrán oportunidades de trabajo y de estudio.
 

Hay que decir también a los cuatro vientos que vamos a defender el patrimonio nacional, que ya no se va a seguir entregando lo que es del pueblo y de la nación.
 

Decir que se protegerá el medio ambiente. Que vamos a garantizar a todos el derecho a la salud, a la alimentación, que ya no se va a padecer en nuestro país por hambre y desnutrición. Que vamos a garantizar una vivienda digna a todos los mexicanos.
 

Y, sobre todo, debemos decir con firmeza y seguridad que vamos a lograr este cambio, porque es la única manera, lo he pensado mucho, lo he analizado, y la única manera de serenar al país, de que haya tranquilidad y seguridad pública, es que logremos entre todos un cambio verdadero, una transformación de la vida pública de México.
 

Recordemos que ha habido tres grandes transformaciones en la historia de nuestro país: La Independencia, la Reforma y la Revolución. Nosotros sostenemos sacar a México de la decadencia en que se encuentra, hace falta otra transformación, que vamos a lograr de manera pacífica, sin violencia, para salvar a nuestra patria.
 

Vamos a llevar a cabo la cuarta transformación de la vida pública de México. Ese es el objetivo superior.
 

Hay que decir también que es sincero nuestro llamado a la reconciliación, siempre hemos sido congruentes. Actuamos como pensamos, no tenemos una doble moral, un doble discurso.
 

Por eso tenemos –repito—que insistir en que es sincero nuestro llamado a la reconciliación. Decir sin temor a equivocarnos que nosotros no odiamos a nadie, que no queremos venganza, sino justicia y que, en las lamentables circunstancias en que se encuentra nuestro país, lo más importante de todo es unirnos, todos los mexicanos, para salvar a México.
 

Amigas y amigos del Movimiento Ciudadano:
 

Vamos pues, a cumplir nuestra tarea de sumar voluntades a favor de esta causa que es de gran trascendencia.
 

Hagamos nuestro trabajo convencidos de que nos asiste la razón y con la seguridad de que nuestro pueblo, todos los ciudadanos de México, a pesar de la tentación del dinero, del engaño y de la manipulación, sabrá nuestro pueblo estar a la altura de las circunstancias. Repito, en estos momentos cruciales para nuestra nación.
 

Insisto mucho en que tenemos todos que convencer y persuadir a los ciudadanos, porque es lo que tenemos, el apoyo de ustedes, el apoyo de mujeres y de hombres libres y conscientes, como ustedes. Afortunadamente somos millones a nivel nacional.
 

La campaña no se va a orientar únicamente y exclusivamente a mensajes publicitarios, porque no está en venta un producto, no se va a poner en el mercado una mercancía, esto no es un asunto publicitario, mediático. Esto tiene que ver con propuestas para transformar al país.
 

Por eso, la campaña nuestra, sin dejar de atender lo que tiene que ver con los medios de comunicación, va a sostenerse principalmente en la labor, en la tarea que lleven a cabo los ciudadanos libres y conscientes, para convencer a quienes todavía no deciden cómo van a sufragar en julio.
 

La campaña la tenemos que hacer entre todos, cada uno de nosotros se tiene que convertir en un medio de comunicación. Cada uno de nosotros tiene que ser un protagonista del cambio verdadero.
 

Yo tengo mucha fe y mucha confianza de que si los ciudadanos libres y conscientes del país, que nos tienen confianza, que saben que esto es en serio, cumplen con su labora y tarea de convencer a más ciudadanos, no tengo la menor duda de que, a pesar de nuestros adversarios se publiciten más en los medios de comunicación, el triunfo va a corresponder a nuestro movimiento.
 

Qué es más importante: Un anuncio publicitario o la voluntad de todo un pueblo para transformar a México.
 

Por eso tengamos mucha confianza, mucha fe, no nos dejemos apantallar, literalmente hablando. Vamos hacia adelante y recordemos que en momentos definitorios como este, cuando los conservadores no querían los cambios, ese gran presidente, el mejor presidente que ha habido en la historia de nuestro país, sostuvo, pronosticó en momentos difíciles, aciagos, dijo Juárez que “el triunfo de la reacción era moralmente imposible”.
 

Mantengamos esa convicción. El triunfo de la derecha, el triunfo de los conservadores hoy día es moralmente imposible.
 

Por eso mantengamos una inquebrantable fe en nuestros ideales y en los nobles propósitos que nos inspiran.
 

Digamos al pueblo que el cambio verdadero está en sus manos.
 

¡Qué viva el Movimiento Progresista!
 

¡Que viva la Nueva República!
 

¡Que viva México!
 

¡Viva México!
 

¡Viva México!
 


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