Publicado el 11/07/2012 por videoeconsulta
En un desenlace advertido desde tiempo atrás, Enrique Peña Nieto conquista la elección presidencial "haiga sido como haiga sido".
En países de tradiciones democráticas más sólidas, escándalos como las tarjetas de Soriana, utilizadas presuntamente para comprar votos en masa, la liga con personajes de dudosa reputación dentro de su partido o sus nexos cínicos con los poderes mediáticos hubieran costado la candidatura al Niño de Atlacomulco.
Sin embargo, en México, estos pecados aún son considerados veniales dentro de una contienda electoral. Y nuestro nuevo gobierno no se tomará la molestia de corregir el rumbo de las instituciones democráticas del país. En vez de eso, repartirá el pastel entre los que entraron a la masiva "coperacha" al mismo tiempo que intenta llenarse los bolsillos a manos llenas.
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