Subscribete:

Leaderboard

jueves, 4 de octubre de 2012

México Político: El fracaso de Calderón





Nadie -en su sano juicio- puede negar que México está muy cerca de un colapso social, económico y político. El responsable de esta catástrofe tiene un nombre: Felipe de Jesús Calderón Hinojosa. Luego de haber padecido la corrupción, el abuso, la represión y autoritarismo de los gobiernos priistas por más de setenta años, era difícil imaginar que un gobierno surgido de la alternancia, administrara la riqueza mexicana con singular prepotencia, violencia, cólera e ignorancia.

La frustración de Felipe Calderón de haber llegado a la presidencia producto del fraude electoral y no haber legitimado en todo su sexenio su nombramiento como Presidente de la República, hizo que este país fuera gobernado con el estómago y no con inteligencia. El odio presidencial será a la postre el signo que identifique un sexenio de sangre, violencia, muerte y decisiones obsesivas y obcecadas. Calderón llegó por la puerta trasera al poder y por ahí mismo saldrá con las manos llenas de
sangre.

En este sexenio del fracaso y muerte, la pobreza creció exponencialmente. Las cifras duras dicen que 55% de la población vive en condiciones de pobreza y de éstos al menos la mitad sobrevive en pobreza extrema. La promesa del empleo nunca llegó. La inútil guerra contra las bandas de narcotraficantes, no sólo dinamizó la economía del crimen organizado, sino además, empleó a centenares de jóvenes para convertirlos en sicarios y traficantes porque el gobierno no fue capaz de brindar oportunidades de crecimiento, educación y empleo. Los programas sociales que se supone atendían a sectores vulnerables, fueron desfalcados por la compulsiva idea de destinar recursos a
la compra de armamento.

La publicidad oficial se empeñó en convencernos que durante el sexenio calderonista la infraestructura creció "como nunca antes". Se construyeron carreteras (la mayoría concesionadas a particulares) que nadie transita por temor a las 14 bandas criminales que operan en el territorio mexicano. La construcción de hospitales y el supuesto "fortalecimiento" al sector salud fue una burla, la carencia de personal médico, de instrumental quirúrgico, de servicios dignos y la transparencia en la asignación de plazas y la compra de medicamentos, operaron como siempre, bajo la corrupción y el cinismo.

En materia económica, el sexenio de la muerte privilegió por encima de todo a la macroeconomía beneficiando el desarrollo empresarial de grandes capitales nacionales y extranjeros y olvidó por completo la sustantiva microeconomía que tiene relación directa con el bolsillo de los ciudadanos y el sustento de sus familias. Los precios de productos de primera necesidad como huevos, tortillas, leche, pollo, carne de res, etcétera, quedaron muy lejanos de la inutilidad del salario mínimo.

Para rematar, Calderón envió al Congreso de la Unión una iniciativa de ley que convierte a la clase trabajadora en un sector vulnerable y sin derecho a un empleo digno. El pago por hora, la subcontratación, el despido autoritario, el no derecho a prestaciones laborales, la imposibilidad del contrato colectivo, los contratos a prueba y otros rubros más, impactarán sin duda en la inflación y la economía de a pie será cada vez más difícil para los trabajadores.

La política no se queda atrás. El poco avance logrado por generaciones de mexicanos comprometidos con el país que tenían por anhelo construir una nación con una democracia sólida y moderna, dio un giro inesperado al pasado autoritario. El temor de Felipe Calderón de ser perseguido por sus crímenes de Estado, obligó a que pactara el regreso del PRI a cambio de inmunidad. Así, permitió que desde Televisa se fuera construyendo la candidatura de Enrique Peña Nieto, incluso pisoteando los liderazgos y estructuras de su propio partido político.

La elección del primero de julio, le fue arrebata una vez más a la izquierda mexicana. El proceso electoral estuvo plagado de irregularidades, prácticamente desde el último informe de gobierno de Peña Nieto en e Estado de México, Televisa intervino en la construcción de un candidato invencible. Sumado a ello, Calderón permitió que los gobernadores priistas desfalcaran las arcas de sus respectivos estados para apoyar sin medida al candidato del teleprompter. El resultado fue que el PRI contó con sumas millonarias para hacerse de voluntades tanto de electores como de autoridades electorales. La imposición fue irreversible, las consecuencias serán igual.

El PAN que en algún momento dirigió Felipe Calderón, quería fuera del gobierno a la mafia priista. La paradoja fue que él mismo tendió los puentes para aclimatar su regreso. No hay peor fracaso que regresarle el poder al partido político al que tanto se combatió. Pero la derrota que seguro le duele más a Calderón, es no haber logrado pasar a la historia como un presidente legítimo con la simpatía del pueblo, por el contrario, su gestión quedará señala por la estupidez, el cinismo, la muerte y la violencia. Si alguien llegó a pensar que Vicente Fox había sido el presidente más torpe de México, es porque la imaginación no daba para vislumbrar lo que nos esperaba con el fracasado Felipe Calderón.

Nota al margen.

En una reunión con académicos y científicos mexicanos, Peña Nieto se salió del guión y no fue capaz de construir un discurso coherente con cifras y datos reales. Una vez más su invalidez intelectual quedó en evidencia. Por fortuna atrás de él estaba Luis Videgaray que, como siempre, sacó de aprietos al político adicto a las mujeres y al teleprompter. Se dice que en los próximos seis años será Videgaray la mano que meza la cuna.

Por Juan José Solís
Periodista y Profesor Universitario
Octubre 4 de 2012
http://voces.huffingtonpost.com/

Seguir a Juan José Solis Delgado en Twitter: www.twitter.com/@juanjosesolis

No hay comentarios:

Publicar un comentario