Subscribete:

Leaderboard

jueves, 27 de septiembre de 2012

Una reflexión sobre la reforma laboral y lo que se viene





Al momento de escribir esta entrega, en el Congreso mexicano se discute lo que puede ser una Reforma Laboral, la cual sigue causando controversia por las adecuaciones que se buscan al marco legal que regula la contratación y los despidos de la mano de obra.

En este punto se podría iniciar un análisis muy técnico, para poder determinar si la movilidad de los trabajadores y el abaratamiento del despido constituyen un factor clave para reducir costos y aumentar la productividad. Se podría buscar una serie de datos, analizar la eficiencia marginal del capital y suponer un mercado de trabajo flexible y sin control salarial. Seguramente nuestro estudio numérico nos llevaría a concluir que dicha Reforma es benéfica para la economía en su conjunto.


No deseo tecnificar en exceso el artículo, pues mi objetivo es simple y llanamente reflexionar desde una óptica social lo que podría ocurrir en caso de que poco a poco la Reforma Laboral y otras se aprueben tal como se han planteado.

Un argumento para dar luz verde a la Reforma ya mencionada, es el hecho de que la productividad del trabajo irá al alza, es decir, se podrá producir más y mejor en lapsos de tiempo mucho menores. No tengo muy claro aún si dicha aseveración resultará cierta, pues en la actualidad, las empresas mexicanas y extranjeras maquilan y producen como nunca lo habían hecho en casi toda la historia de México del siglo XX a la fecha. De acuerdo a datos de INEGI, el conjunto de las empresas mexicanas presenta tasas de crecimiento en su producción y crecimiento año con año, mientras que sus pares extranjeras como las armadoras de autos deciden establecerse en nuestro país, a pesar de las supuestas dificultades que presenta la actual Ley del Trabajo.

La misma teoría económica en defensa de la flexibilidad del mercado laboral, establece que todas las empresas al ser competitivas buscarán maximizar su beneficio, es decir, aumentar la brecha entre sus costes de producción y ventas, por lo que dicha Reforma al trabajo tendría que estar enfocada en beneficiar la parte de costos del empresario y velar por la seguridad social del obrero, pero la propuesta tal como se ha enseñado, sólo busca hacerse cargo de la reducción de costos en beneficio de los productores. Si el mercado laboral se vuelve flexible, es probable que éstos bajen, creando la ilusión de un aumento de la ya mencionada brecha, pero sin considerar que es posible que las ventas caigan en la misma proporción que la reducción de costos, dejando sin efecto alguno dicha reducción de costos.

La reflexión es simple, ya que una caída en los salarios sí lleva a una reducción de costos en la producción, pero a su vez, en los periodos siguientes al recorte salarial, los trabajadores al ver reducidos sus ingresos, no tendrán otra opción más que consumir menos bienes que antes. Tal situación llevará a una reducción en las ventas en la misma proporción que la caída de los salarios.

El productor si es que desea recuperar la ganancia perdida, tendrá que reducir los precios de las mercancías o producir mucho menos. En caso de elegir la primera opción, la ganancia volverá al punto que se encontraba antes de la Reforma Laboral conforme transcurra el tiempo; si se decide por la segunda alternativa, es inevitable que una baja en la producción nos llevará a reducciones en las plantillas de trabajo en cada empresa. Las dos situaciones son malas para el conjunto de la población.

La tarea del Congreso mexicano está para velar los intereses de todo el país; su propuesta de Reforma Laboral se centra en la reducción de costos, sin dejar nada a los obreros.

Es posible que más de uno en este punto me diga que de no hacerse los cambios estructurales, llegaremos al caso griego o español. Que las reformas son necesarias, pues al parecer hemos vivido sobre nuestras posibilidades, que la estructura productiva no alcanza a mantenerse al ritmo actual. Claro, la vida es toda austeridad o recortes; un día llegaremos al grado de decir que no es necesario vivir con dos pulmones o con dos ojos, pues eso es equivalente a vivir sobre nuestras posibilidades. Para qué queremos dos si con uno basta.



Edmar Ariel Lezama
@edmar_ariel

No hay comentarios:

Publicar un comentario