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lunes, 15 de abril de 2013

"Antes de recibirnos de licenciados primero nos recibiremos de hombres": estudiantes de 1968





Recuerdo que una de las consignas de los estudiantes en 1968 –decididos en ese momento a luchar por los intereses del pueblo- era: “Antes de recibirnos como licenciados en la universidad, primero debemos recibirnos como hombres”; aunque hoy suena como machista, la realidad es que en aquel tiempo era un grito muy aplaudido en las manifestaciones. Por ello me extraña que en medio de protestas masivas de los maestros contra la “reforma educativa”, se dejen enlistar intelectuales. Dice la nota: El presidente Enrique Peña Nieto remitió al Senado cinco ternas para la designación de igual número de integrantes de la junta de gobierno del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE). Todos los aspirantes son licenciados en sicología o sociología, con maestrías y doctorados en materia educativa y trayectorias como docentes e investigadores en instituciones de enseñanza superior, entre ellas la UNAM.

¿Será que los 15 “intelectuales” propuestos hayan aceptado de buena gana ser miembros del INEE o están siendo obligados por Peña Nieto y Chuayffet? Los maestros de Guerrero, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, DF, no aceptan la llamada “reforma educativa” ni al INEE porque no están de acuerdo con las propuestas del gobierno y además porque en ningún momento han sido consultados; así que esos “15 intelectuales” sólo le están haciendo el “caldo gordo” al gobierno del PRI, a Chuayffet y al “pacto”. ¿Sabían los candidatos del INEE que los maestros de la CNTE proponen evaluaciones coordinadas, colectivas, integrales, por estado, con la participación de estudiantes y padres de familia, de ser posible, la comunidad? No es un simple examen de conocimientos para ver quien ha leído más libros o escuchar una pieza oratoria. La CNTE habla de ser integral, es decir, tomar en cuenta la acción magisterial completa.

La realidad es que para este tipo de evaluación no se necesitan “doctores” sino gente pensante que sepa en la práctica qué es ser profesor rural y urbano. No se trata de calificar a un maestro de filosofía, de historia o de matemáticas, sino de evaluar si un profesor es comprendido por sus alumnos, si su comportamiento en la escuela es adecuado y si la comunidad lo acepta por la relación que establece con ella. No puede aceptarse que un profesor “sepa mucho” pero que los estudiantes y la comunidad no lo quieran. Lo que pasa es que las tontas autoridades de la SEP -ante la presión internacional de evaluar a los maestros e informar detalladamente- creen que es una evaluación tradicional de conocimientos como se practican en las universidades. Recuerdo que en 1972, cuando ingresamos como profesores en el CCH-UNAM, dieron su calificación estudiantes a quienes impartimos clase, presentamos un trabajo a discusión entre aspirantes y los profesores también calificaron.

Chuayffet sabe –aunque sea personaje importante del grupo Atlacomulco- que puede ser dado de baja en la SEP porque ha cometido muchos errores, tal como declarar que los amparos y las marchas de nada sirven y que él no darán ni un paso atrás con las candidaturas al INEE; Chuayffet quiere dejar todo armado y presionar con ello. Lo que sucede es que los “intelectuales” no deben dejarse marear pensando en que “no son políticos y están más allá de la política”. Nada de eso: en las sociedades clasistas estamos con unos o con otros, aunque piensen que es un dogma marxista; estamos al servicio del gobierno y el capital o al servicio de los trabajadores. Los “intelectuales” no pueden cerrar los ojos. No olviden que los profesores siguen en las calles y que ellos están representando los intereses de los de abajo. ¿Sinodales de quien serán si los maestros aún no han sido consultados por un gobierno que se autocalifica de “democrático”?

El problema es que el PRI, como sucedió en 1968, 1999 y en muchos años, ha sabido conquistar a los “intelectuales”, incluso a los periodistas, con el argumento de no hacer coro con los “izquierdistas” o radicales. No puedo olvidar que en 1968 todos los medios de información vomitaban basura contra el movimiento estudiantil y en 1999 muchos “intelectuales” acusaron a los estudiantes de “provocadores”. ¿Qué caso tiene que después de la represión hayan condenado al gobierno cuando en plena lucha han sido cómplices? Siempre ha dado la impresión de que el PRI ha tenido la capacidad de repartir dinero o por lo menos ofrecer viajes al extranjero para comprar a muchos intelectuales. Por eso sería muy importantes que los “intelectuales” escogidos para integrar el INEE comiencen por deslindarse. En la lista hay intelectuales que aún son honestos.

Si la educación en México ocupa los últimos lugares en el mundo no es por culpa de los maestros sino de la estructura económica, política y educativa capitalista impuesta desde hace más de un siglo. No es un problema de gis, pizarrón y profesores, sino de miseria, desempleo y hambre en la mayoría de los hogares de los estudiantes mexicanos; pero también de políticas educativas institucionales que no han atendido lo educativo sino la politiquería de partidos. Por ello las luchas de los profesores de la CNTE, así como de otras oposiciones, siempre han sido justas. Así que “evaluadores” de todos los niveles y prestigios les pedimos que respeten a los maestros que están en las calles repudiando la reforma educativa y el INEE por imponer ideas que no han sido analizadas ni discutidas por los maestros. (12/IV/13)

Por Pedro Echeverría V.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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